No es novedad que a estas alturas el Gobierno de España, ya envilecido por su soborno contínuo que le permite mantenerse en el poder sin haber ganado ninguna de las elecciones generales, siga con su inconfesable tradición de compra de partidos minoritarios y radicales, a costa de lo que sea necesario enajenar, incluso en este caso la dignidad de las víctimas del terrorismo.

Por eso  lo importante de la aprobación de tan infame Ley, no es la falta de honor del Gobierno, sino la incompetencia y el nivel de irresponsabilidad de los congresistas españoles, en este caso empezando por PP y Vox.

Esto debería llevar a preguntarnos si es verdaderamente útil para España la existencia de unos cientos de diputados y senadores incapaces de otra cosa que seguir las consignas de unos pocos líderes de sus partidos. Para eso mejor ahorrar al erario publico sus sueldos y gastos y que gobiernen cuatro personajes sin escrúpulos ebrios de poder y sin ninguna sensibilidad moral.